Fisioterapia traumatológica
La Fisioterapia traumatológica es el área especializada de la Fisioterapia que se encarga del manejo y tratamiento de problemas neuro-músculo-esqueléticos como pueden ser los dolores de espalda, los trastornos articulares, las neuropatías o las lesiones traumáticas y/o deportivas.
Las principales disciplinas que se utilizan en nuestra Clínica para tal fin son la Terapia Manual y el Ejercicio Terapéutico. Así, tras una correcta exploración y, basándonos en un buen Razonamiento Clínico, se aplican estrategias de tratamiento muy especializadas que incluyen técnicas manuales articulares, musculares, neurodinámicas y ejercicios terapéuticos encaminados a la recuperación de la lesión o del movimiento alterado. Nuestros tratamientos mediante Fisioterapia son guiados por los conocimientos científicos más actuales, la respuesta al tratamiento de cada paciente y su estado biológico, psicológico y social.
Algunas de las alteraciones más frecuentes que pueden verse beneficiadas por la Fisioterapia son las siguientes:
El dolor de cabeza es uno de los problemas más limitantes por los que casi todos pasamos. Sus causas no están del todo claras, aunque hasta en un 30 % de las ocasiones parece que existe un problema de excesiva tensión en los músculos del cuello o de rigidez en la columna cervical superior.
Nuestro trabajo consiste en realizar una historia detallada sobre el dolor de cabeza y una exploración de las estructuras que pueden estar implicadas en la producción del dolor: columna cervical, mandíbula, sistema oculomotor y músculos y nervios de la cabeza y cara. Con esta información y, siguiendo los criterios diagnósticos establecidos por la Clasificación Internacional de Cefaleas, podemos determinar si tus molestias pueden tener una relación clara con la columna cervical para proceder a su tratamiento si procede. Los objetivos del tratamiento son disminuir progresivamente la intensidad y frecuencia de los dolores de cabeza, pudiendo llegar incluso a eliminarlos por completo.
El mareo de origen cervical ha sido definido como una sensación inespecífica de alteración de la orientación en el espacio y desequilibrio, originados por una actividad sensorial anómala proveniente de la columna cervical. El mareo puede ser expresado como visión borrosa, sensación de cabeza hueca, sensación de desmayo, sensación de nadar o flotar, inestabilidad, desequilibrio, confusión mental o vértigo, en ocasiones acompañado de náuseas. Para considerar la posible presencia de mareo de origen cervical debe existir, a priori, una relación temporal entre el mareo y otros síntomas presentes en la columna cervical. Por lo tanto, la disminución del mareo debería asociarse a la mejoría del dolor cervical, siendo siempre necesario realizar un adecuado diagnóstico diferencial respecto a otras causas como los problemas vasculares o del sistema vestibular.
Existen pruebas científicas de que la alteración de la información sensorial cervical asociada a dolor cervical puede afectar la estabilidad postural, el control oculomotor y la orientación en el reposicionamiento de la cabeza en el espacio. Se ha demostrado que tales cambios en el control sensorimotor tienen mayor prevalencia en el dolor cervical de origen traumático y en los pacientes que refieren síntomas de mareo.
¿Qué hacemos para ayudarte?
- Terapia Manual y masaje en la columna cervical para disminuir dolor y rigideces.
- Reeducar el movimiento de la columna cervical.
- Elaborar un programa de Ejercicio Terapéutico individualizado, incluyendo ejercicios de estabilización cervical, de estabilidad postural, de propiocepción del cuello y de coordinación y control de movimientos del ojo respecto a la cabeza.
- Dar consejos y educación postural para evitar recaídas.
La ATM es la articulación que hace posible abrir y cerrar la boca. Es la articulación donde la mandíbula se articula con el hueso temporal del cráneo, delante del oído y en cada lado de la cabeza. Es una de las articulaciones más usadas en el cuerpo y cuando funciona adecuadamente, te permite hablar, masticar y bostezar. En las personas con disfunción temporo-mandibular, los problemas en la articulación y los músculos que la rodean pueden causarles:
- Dolor irradiado hacia la cara, la mandíbula o el cuello
- Bruxismo
- Limitación del movimiento o bloqueo de la mandíbula
- Chasquidos dolorosos al mover la mandíbula
Todo este tipo de patologías se pueden tratar satisfactoriamente con técnicas de terapia manual, ejercicios de activación muscular y reeducación postural realizando un tratamiento multimodal de la patología (postura, alteraciones cervicales, educación en salud…). Nuestra clínica cuenta con la estrecha colaboración de un odontólogo para considerar otras opciones de tratamiento en los casos en que la fisioterapia no sea suficiente.
El dolor de espalda es uno de los problemas músculo-esqueléticos más comunes ya que el 90% de la población puede sufrir algún tipo de dolor lumbar a lo largo de su vida.
¿Qué hacemos para ayudarte?
La evidencia científica nos permite afirmar que hay un tipo de pacientes que responden muy bien a la terapia manual (manipulación, movilización, masaje, etc.) en la recuperación del dolor lumbar. Gracias a una buena entrevista y a una buena valoración estos pacientes pueden ser identificados y ayudados desde el primer momento combinando Terapia Manual con Ejercicio Terapéutico personalizado.
Otro grupo de pacientes sin embargo necesita un tratamiento de largo alcance. Centrado no solamente en su dolor actual sino sobre todo en los motivos que han causado ese dolor. En estos casos, la combinación de Ejercicio Terapéutico con Educación para la Salud permitirá mejorar los síntomas y disminuir la cronicidad del problema. Conociendo cuáles son tus posiciones o gestos de trabajo, las actividades deportivas que practicas, tus aficiones y tus lesiones pasadas podremos ayudarte para entender y explicarte cómo se mueve tu espalda, por qué se mueve así, y qué puedes hacer para mejorarla.
En algunos casos el dolor presente en el momento de la valoración hace que resulte difícil poder objetivar toda esta información. En esos casos, las terapias analgésicas, como el masaje o la punción seca pueden contribuir para acelerar la disminución del dolor y poder pasar a una segunda fase del tratamiento más activa por parte del paciente.
Algunos consejos si has tenido un dolor lumbar recientemente:
- Intenta evitar estar tumbado en la cama varios días. Una inmovilización prolongada puede enlentecer la recuperación.
- Intenta mantenerte activo.
- No tengas miedo a moverte aunque tengas dolor. Eso no te ayudará.
- Evita las posiciones estáticas
Si alguna vez lo has sufrido, sabrás que el dolor de cuello puede llegar a ser muy molesto e incapacitante. En algunas situaciones el dolor puede extenderse por el brazo, bajar a lo largo de la zona dorsal o subir hacia la cabeza. Como en casi todas las situaciones dolorosas, las causas pueden ser múltiples (accidente de tráfico, posturas mantenidas, lesiones deportivas, situaciones estresantes) y muchas veces no se presentan aisladas sino que interactúan entre ellas. Independientemente de las causas, los síntomas que podemos encontrar, además del dolor, serán una limitación de los movimientos, una rigidez generalizada de la zona, y molestias en brazos o cabeza.
En nuestra valoración inicial intentaremos saber qué causas te han llevado hasta esa situación y qué estructuras (músculos, ligamentos, nervios, articulaciones…) están implicadas en tu dolor. Muchas veces la causa del dolor no se encontrará en el cuello sino en zonas cercanas a éste, como la zona alta de la espalda o los hombros. Nuestro análisis contemplará también estas estructuras.
¿Qué hacemos para ayudarte?
- Movilizaciones o manipulaciones de las articulaciones rígidas
- Tratamiento de la tensión muscular y de los puntos gatillo asociados al dolor mediante masaje, punción seca, etc.
- Reentrenamiento y fortalecimiento de la musculatura del cuello
- Programa de Ejercicio Terapéutico personalizado
- Educación terapéutica para mejorar la postura y evitar recaídas.
El hombro es una de las articulaciones más solicitadas del cuerpo. Presenta unas características únicas en las que predomina sobre todo su gran movilidad, pensada para poder situar la mano en cualquier zona del espacio. Esta complejidad y la cantidad de movimiento la convierte en una articulación fácilmente lesionable.
Las causas de los problemas de hombro pueden tener varios orígenes y solo un buen diagnóstico nos permitirá reconocer si los problemas tienen origen en el hombro o si, como frecuentemente nos encontramos en la clínica, la causa está relacionada con alguna disfunción cervical o torácica.
¿Qué hacemos para ayudarte?
- Movilizar el complejo articular del hombro y otras estructuras que puedan estar involucradas en el problema.
- Tratando los tejidos blandos que puedan presentar adherencias o puntos gatillo.
- Reforzando mediante un programa personalizado la musculatura débil que pudiese encontrarse.
- Devolviendo a tu columna dorsal y a la zona escapular un movimiento correcto si los patrones de movimiento estuviesen alterados.
- Identificando contigo cuales son los factores que intervienen negativamente en tu proceso y desarrollando estrategias para corregirlos o compensarlos.
Cada día existen nuevas evidencias científicas que demuestran que el proceso más importante de una intervención quirúrgica para reducir al máximo la aparición de secuelas es el post-operatorio. Es lo que se comúnmente se conoce como “Rehabilitación”. Después de cada intervención quirúrgica se desencadena una proliferación de tejido fibroso en respuesta a la propia intervención, que produce una súbita reducción del movimiento y aumento de dolor. La intervención del fisioterapeuta debe de ser lo más precoz que la naturaleza de la intervención permita. La fase de rehabilitación, a pesar de lo que opinan algunos cirujanos es SIEMPRE necesaria ya que, es muy difícil que el propio paciente por sus propios medios alcance el 100% del estado físico previo a la operación.
Los tratamientos que se realizan para recuperar cualquier operación que afecte de una manera u otra al sistema neuro-músculo-esquelético estarán encaminados en una primera fase a movilizar de manera pasiva y activa la estructura afectada para recuperar por completo el movimiento alterado. Posteriormente se realizarán ejercicios de activación muscular para evitar la atrofia muscular y la correspondiente pérdida de tono y masa muscular para encaminar, así, el proceso completo de recuperación de cada paciente.
Cuando nos encontramos delante de un paciente deportista, nuestros objetivos como fisioterapeutas se convierten en los objetivos de nuestro paciente. Normalmente su objetivo principal es volver a la práctica deportiva lo antes posible. Para ello necesitamos manejar muy bien los tiempos de reposo y de actividad del paciente para que la lesión afecte lo menos posible a su forma y a su condición física. Mientras, se lleva a cabo un abordaje terapéutico más intenso de lo normal intentando reducir los tiempos de inactividad lo máximo posible. Gracias a la exploración minuciosa del mecanismo lesional, y de la evolución, podremos decidir de acuerdo contigo los pasos a seguir, bien sea con una actividad normal, un reposo generalizado o con un reposo local de la zona afectada (que podemos conseguir mediante un vendaje). Por tanto, según la naturaleza de la lesión puedes dirigirte a nosotros para consultarnos desde el primer minuto. Las lesiones musculares están muy ligadas a la práctica de deporte o a la realización de alguna actividad física en general. Las lesiones por las que más frecuentemente acuden los pacientes a nuestra consulta son, entre otras, las famosas contracturas musculares, las distensiones, las contusiones o las roturas musculares, siendo éstas últimas las que mayor cuidado requieren.
Ante éste tipo de lesiones los fisioterapeutas recomendamos en primer lugar acudir al médico o al fisioterapeuta para establecer un criterio profesional en torno a esa lesión. En algunas ocasiones es muy poco lo que separa la rotura muscular de la simple “distensión” y es muy importante hacer bien la diferenciación ya que el tratamiento varía en función de la lesión que tengamos. En función de los objetivos del paciente se plantearán de manera personalizada los tiempos de actividad y de reposo adecuados para que la vuelta a la normalidad sea lo más breve y más segura posible. Asimismo, mediante un análisis del gesto deportivo y de la biomecánica del paciente, el fisioterapeuta es capaz de detectar y tratar alteraciones en el movimiento potencialmente lesivas. Tiene, por tanto, un papel preventivo fundamental.
Muchas veces llamamos ciática a cualquier dolor que se encuentra en la pierna (sobre todo en la zona posterior). La ciática se debe a una irritación del nervio ciático, normalmente en su origen a nivel lumbar o sacro, pero también puede encontrarse en cualquier otro punto de su recorrido. Así mismo, también podemos encontrar dolores a lo largo del brazo cuyo origen puede encontrarse en la región cervical o en las interfaces mecánicas por las que discurren los nervios periféricos.
La parte más importante del tratamiento será la de realizar previamente un correcto diagnóstico diferencial, que nos permita saber si existe efectivamente una irritación nerviosa (del ciático o de otro nervio), que nos ayude a identificar la zona y el motivo que está causando esa irritación, o que nos indique si los síntomas se deben a otro motivo.
¿Qué hacemos para ayudarte?
- Análisis exhaustivo de tus síntomas, realizando un diagnóstico diferencial para buscar las causas del problema.
- Movilizaciones articulares y de la columna.
- Técnicas analgésicas.
- Reeducación del movimiento para eliminar patrones alterados.
- Movilización neurodinámica para disminuir la sensibilidad del nervio.
- Tratamiento de los tejidos blandos y de los puntos gatillo miofasciales.
A pesar de que su nombre nos hace pensar a una patología que afecta exclusivamente a deportistas, lo cierto es que la epicondilitis o codo de tenista en muchas ocasiones se presenta en sujetos que no hacen deporte. De hecho se puede producir en cualquier persona que aumente de forma considerable la cantidad de trabajo manual que realiza, aunque sea durante un breve periodo de tiempo.
El problema principal en estos casos se sitúa normalmente a nivel del tendón de los músculos que mueven la muñeca, bien con una inflamación real (tendinitis) o bien con un proceso degenerativo (tendinosis). En algunas ocasiones está implicado también el nervio radial. En esos casos, uno de los factores que puede estar influyendo en la sintomatología es una disfunción a nivel de cuello, y el no valorar y tratar esta zona puede ser la causa de la cronicidad que el codo de tenista presenta en algunos casos. Por ello, en FNME empleamos la terminología “epicondilalgia lateral” para tener en cuenta la posible existencia de cualquiera de estos factores durante nuestro razonamiento clínico.
¿Qué hacemos para ayudarte?
- Tratamiento de las articulaciones del codo y muñeca.
- Valoración y tratamiento si es necesario de las articulaciones de hombro y cuello.
- Tratamiento de tejidos blandos y puntos gatillo miofasciales.
- Elaboración de vendajes funcionales para descargar las zonas más solicitadas.
- Movilizaciones del nervio según los principios de la neurodinámica.
- Corrección de la técnica deportiva o de manualidad del trabajo.
- Prescripción de ejercicios terapéuticos.
Las lesiones de rodilla son muy frecuentes, bien por accidentes traumáticos (esguinces, rotura de ligamentos), por esfuerzos mantenidos y repetidos a lo largo del tiempo (tendinitis), o por problemas degenerativos del cartílago (condromalacia, artrosis de rodilla, etc.). El tratamiento más correcto dependerá de qué tejidos se encuentren dañados, de los factores físicos que contribuyan en el problema, del tiempo de evolución y de tu grado de actividad física (deportiva o por trabajo).
Por medio de nuestra valoración exploraremos las causas de tus síntomas, centrándonos en primer lugar en la rodilla, pero valorando otras estructuras que pueden haber influido en el proceso o que pueden estar influidas por el mismo (dolores en otras articulaciones debido a una mala carga o debilidad muscular que sea relevante en tu dolor actual)
¿Qué hacemos para ayudarte?
- Valoración completa de tu rodilla estática y dinámicamente, analizando tu forma de caminar y los movimientos que te resultan molestos.
- Movilización de las articulaciones o movimientos si resultasen alterados.
- Refuerzo muscular de la musculatura débil.
- Vendajes funcionales si es necesario aportar una estabilidad adicional al complejo articular.
- Reeducación del gesto deportivo o funcional que está alterado.
En los esguinces se produce un sobre-estiramiento de los ligamentos que son una especie de cuerdas, en la que se rompen un cierto número de fibras. Si se rompen más o menos porcentaje de fibras el esguince puede ser de I, II o III Grado. Afortunadamente, hoy en día los esguinces son una de las lesiones menos incapacitantes que existen, y ello gracias al gran conocimiento que se tiene sobre ella y a la aportación de distintas disciplinas de la Fisioterapia Neuro-Músculo-Esquelética.
La normalidad después de haber sufrido un esguince es tener reposo relativo para dar tiempo al organismo para controlar la hemorragia o el edema e iniciar los primeros pasos hacia la regeneración de los tejidos. Una vez pasadas esas primeras 48-72h es necesario ponerse en manos de un fisioterapeuta para que nos guíe en el proceso de movilización de la manera más precoz y a la vez más segura posible y consiga reestablecer la condición funcional perdida.
En algunas ocasiones, cuando nos hacemos un esguince pero no acudimos a recibir ayuda, se pueden producir algunos mecanismos de compensación biomecánica en otras estructuras que pueden acabar afectándose. Además si hemos tenido varios esguinces sobre un mismo tobillo nos podemos encontrar cuadros de inestabilidad crónica, lo cual produce dolor inespecífico entre otras muchas alteraciones.
La aplicación de terapia manual controlada, vendajes funcionales o ejercicios terapéuticos específicos y de propiocepción son algunas de las herramientas que podemos emplear para ayudarte en tu recuperación.
Un 15% de la población sufre a largo plazo problemas de salud derivados de la artritis, artrosis o condiciones relacionadas. Un 25% de la población por encima de los 50 años relata sufrir dolor de rodilla, en un cuarto de estos el dolor es incapacitante. Hay numerosas formas en las que la fisioterapia puede ayudarte a reducir los síntomas y mejorar tu calidad de vida.
Uno de los mayores problemas de éste tipo de dolencias es el miedo a realizar ciertos movimientos ya que loa pacientes los relacionan siempre con la aparición de dolor (lo que se conoce como kinesiofobia). Ésta situación produce una alteración a nivel de la percepción del dolor que tiene como resultado la amplificación del mismo.
La fisioterapia utiliza una serie de técnicas manuales con un marcado efecto analgésico, y además guía al paciente a la hora de recuperar el movimiento doloroso ya que está demostrado que la mejor terapia contra los dolores producidos por éste tipo de enfermedades/síntomas es el propio movimiento.
El tratamiento puede incluir:
- Terapia manual para reducir la rigidez en tus articulaciones y masaje terapéutico para reducir el dolor crónico en el músculo y ayudar a restablecer el funcionamiento normal de éste.
- Un programa de Ejercicio Terapéutico para reforzar la musculatura que se encuentra alrededor de la articulación dolorosa.
- Evaluando tu biomecánica y frecuentemente modificando la posición o rigidez en una articulación alejada de la dolorosa, se pueden reducir las fuerzas o tensiones que están actuando sobre la articulación dolorosa.
- Vendajes específicos para reducir la presión sobre las estructuras dolorosas.
- Consejos sobre salud y estilo de vida.